Pablo es algo así como el llamador de Lotería Castillo. Es el responsable de que nuestra cartera de clientes crezca y que más gente conozca los beneficios de comprar sus loterías en nuestra administración.
Su preocupación constante es proteger a ese grupo de clientes que nos siguen, mantenerlos fieles junto a nosotros. Para ello, vive pendiente de cada uno de nuestros compradores, individuales o colectivos.
Así se presenta Pablo Galindo.
Mi tarea es mantener y ampliar a ese gran grupo de clientes que permiten que Lotería Castillo siga creciendo y brindando cada vez más servicios. Tengo a mi cargo la organización de la red de ventas de la administración de loterías. Cada día me propongo a mí mismo el desafío de mantener unida a la comunidad lotera y de que nuevos integrantes se sumen a nuestro gran grupo.
Distribuir la lotería a colectivos y empresas es una de mis tareas. Me gusta sentir esa ilusión compartida que tanto une a la gente cuando comparte unos décimos de lotería. Comunicarme con una empresa o un organizador de un colectivo para gestionar los décimos, me hace sentir parte de ese grupo de personas que confían en esos números para cumplir sus sueños.
Y nunca falta quienes me dicen A ver, Pablo, si esta vez nos traes la suerte a nosotros. Algunas veces he disfrutado de la felicidad de que uno de esos grupos resulta ganador y todos festejamos.
Deseo que cada cliente o grupo pueda ver sus sueños cumplidos. Sé que esto no es realizable, pero transmite buena energía tener buenos deseos para quienes confían en nosotros. Además, en muchas ocasiones hemos repartido grandes premios en Euromillones, Lotería de Navidad, Lotería del Niño, la Primitiva.
Cada vez que Lotería Castillo ha vendido un décimo ganador, me siento parte de esa felicidad que se reparte entre nuestros amigos.